Debate Eclesial - Comentarios a una Columna

COMENTARIOS LLEGADOS A LA COLUMNA

¿LOS LAICOS SOMOS O NO SOMOS IGLESIA?

DE PATRICIO YOUNG

 Publicamos estos comentarios, enviados por nuestros lectores a este artículo, para que otros puedan participar del debate, en tiempos que llaman a la renovación como iglesia.

P. MARCELO ARAVENA (12 octubre)

El nuevo paradigma es tarea de todos

El clericalismo y el paternalismo son  defectos que algunos señores curas hemos cultivado desde tiempos inmemoriales pero que también ha sido alimentado y prolongado por laicos comprometidos que haciéndolo creían estar cumpliendo la voluntad de Dios.  Otros más lucidos han tomado conciencia de este defecto en nuestro ser y vivir como iglesia católica y protestan.  Especialmente ahora que el clero, no sin responsabilidad y culpa,  está en una hora de prueba y juicio generalizado.  Más que nunca hay que insistir en la hora del laicado que menciono también el P. Kentenich para llevar a la Iglesia a las nuevas playas.  Pero tiene que ser un laicado que trabaja junto con el clero, que suma con el clero y no lo ve como gremio antagónico.

La renovación o nuevas actitudes también tiene que venir del laicado y no solo del clero o de algunos obispos como sugiere el autor del artículo más arriba, sino estaremos repitiendo los paradigmas antiguos.  El nuevo paradigma es tarea de todos y tal vez más de los laicos, especialmente de aquellos que piensan tener las cosas más claras y actualizadas. Asunto que también sugiere el autor al llamar a los laicos a organizarse. La clave será organizarse con un objetivo claro y realizable.

PADRE RAFAEL (12 octubre)

Laicos

Querido Pato: Dices en tu artículo: "Ustedes con nosotros debemos generar un pensamiento común". Quiero glosar un poco esa afirmación, con la cual estoy de acuerdo.

Generar un pensamiento requiere pensar, reflexionar, estudiar, profundizar... Requiere asumir la responsabilidad de hacerlo. Esto vale para la jerarquía y también para los laicos.

Leía hace poco un texto del PK donde se refiere al exiguo conocimiento doctrinal de los católicos y a la desproporción existente entre su formación profesional y la formación respecto a la fe. Para tomar posiciones y para complementar a la jerarquía, se necesita un cambio. Tú lo dices: Todo esto supone un cambio de lógica de nuestros pastores y también de nosotros los laicos", lo refieres sí a un cambio en el modo de comunicar.

Creo que también se requiere un cambio en el sentido que tenemos que poder contar con laicos, como dice el PK, comentando los estatutos de Hörde, "bien formados". ¿No te parece que tus anhelos, justificados, requieren también un profundo cambio en el sentido que te comento?  Y entonces, ¡bienvenidos los laicos que den la cara por la Iglesia! Los necesitamos con urgencia. Y no dos o tres, sino que muchos, muchos más.

Bendiciones. P. Rafael

MARIO BARROS (16 octubre)

Nuestros asesores

¡Bravo, nuevamente, Patricio!

Valientes y certeros comentarios.

¿No tenemos acaso esta misma actitud de "paternalismo", frente a las opiniones y decisiones de nuestros asesores?

Así como nuestro Padre Fundador pensó en laicos comprometidos y actuantes, con una "personalidad recia", creo que tu reflexión debería ser materia de debate hacia el interior del Movimiento.

Gracias a Dios, estoy observando cómo nuestro Movimiento, se está movilizando hacia el apoyo de nuestras Parroquias.

Nuestro rol en apoyo a los párrocos, nos va a obligar a plantearnos, en cuanto a laicos, nuestra forma de cooperar: si como  "empleados" parroquiales o colaboradores del párroco; respetando siempre su autoridad dentro del ámbito parroquial.

Mario Barros

JOHN HITCHMAN (16 octubre)

Hora de actuar

Con todo respeto no creo que lo indicado por Young vaya a ser escuchado, pues este tema se viene repitiendo desde hace décadas pidiéndole a la jerarquía que hable inteligiblemente. Creo que ha llegado el momento en que los laicos seamos activos y pidan reuniones con sus pastores a nivel de parroquia y de asesores, a nivel de Decanatos y de Obispados con tema muy concretos para ayudar a la jerarquía a hablar el lenguaje de los bautizados hasta hora considerados como fieles (seguidores) de formulaciones abstractas.

A veces se requiere vencer un falso respeto  para decirle a un pastor, en privado por supuesto,  que lo que esta predicando no tiene llegada o es "su" liturgia y no es pensada para  los asistentes, que cada día son más una colección de oyentes que una verdades comunidad.

Obra son amores y no buenas razones.

John Hitchman

Los Ángeles CA.