El Significado de la Libertad

Le damos la bievenida a Roberto Prieto como columnista de SchVivo. En éste, su primer texto, nos habla sobre la libertad. "Es la capacidad del ser humano de obrar o no obrar a lo largo de su vida, por lo que es responsable de sus actos", escribe. Esto significa que lo que haga o deje de hacer producirá algunos efectos en otros, y de ellos soy responsable. Sin embargo, dice el autor, "me queda la sensación de que pocas personas creen en ella, o tal vez, tratándose del concepto, no tienen claridad del mismo, o bien, tratándose de su uso la evitan ya sea por comodidad, temor, miedo u otras condiciones de los efectos que le puede provocar". 

| Roberto Prieto Roberto Prieto
"La libertad de cada uno es libre de cada cual, contumaz nunca, eso sí que no, camaradas".

Esta frase, quizás distorsionada por el tiempo y atribuida a Marmaduke Grove durante algunas de sus arengas, la escuché por primera vez en el contexto de una conversación donde comentábamos de la capacidad de algunas personas para decir algo que fuera simplemente inentendible.

Y claro, como era comentada con esa acepción y totalmente sacada de contexto, todos quienes la escuchábamos nos reíamos con ganas, incluso tratábamos de repetirla como si se tratara de un trabalenguas.

Reconozco que hace muy poco tiempo atrás, y sin tener claro el porqué, recurrí a un diccionario y casualmente "descubrí" el significado de "contumaz": "obstinado, tenaz en mantener un error".

Entonces recordé la frase en cuestión y asumí que don Marmaduke dijo lo que dicen que dijo, en algún acto donde hacía mención a alguna elección que él u otros hacían sobre algún tema en particular y que en su sentir, la hacíande buena fe.

Aclarado lo anterior, y sin intención alguna de ser contumaz, propongo que para los efectos de esta reflexión aceptemos como válido que desde lo conceptual, básicamente la libertad es "la capacidad del ser humano de obrar o no obrar a lo largo de su vida, por lo que es responsable de sus actos".

En mi entender, esto significa que lo que haga o deje de hacer producirá algunos efectos en otros, y de ellos soy responsable.

En las oportunidades en que he abordado el tema de la libertad o me han invitado a participar en conversaciones cuyo tema central es precisamente la libertad, me queda la sensación de que pocas personas creen en ella, o tal vez, tratándose del concepto, no tienen claridad del mismo, o bien, tratándose de su uso la evitan ya sea por comodidad, temor, miedo u otras condiciones de los efectos que le puede provocar.

Yo creo firmemente en la libertad del hombre, desde lo humano, más allá del libre albedrío que algunos le conceden un orden sobrenatural y la niegan desde lo simplemente relacional.

Con mi cónyuge, con la que en cada oportunidad en que tocamos el tema y tenemos acaloradas discusiones sobre el particular, terminamos sosteniendo contumazmente nuestras respectivas posiciones y no hemos logrado consenso sobre este tema.

Mientras ella sostiene que una mujer, desde el momento en que se casó perdió toda libertad, yo digo que, al margen de la reciprocidad con el hombre, ella y él tienen la opción, día a día, de decidir libremente lo que harán.

Mientras ella afirma que una madre no puede negarse a alimentar a su hijo, yo le pongo el ejemplo de otras tantas que los abandonan.

Hay algunas personas que se someten permanentemente a las arbitrariedades conyugales o filiales, y otras que ejercen su derecho a mantener su plena dignidad.

Cuando planteo que el tema de la libertad, al menos como yo la entiendo, que es plena en cuanto cada persona que la ejerce se haga cargo de las consecuencias de sus acciones, entonces me argumenta que no entiendo la posición de muchas mujeres en nuestra sociedad (contumazmente machista en mi opinión).

Me cuesta llevarla a analizar el tema desde otros ámbitos, de otras áreas de la discusión, donde tal vez sería más entendible, explicable y ejemplificable la libertad como opción humana.

Y como me he visto repentinamente con este regalo de poder hacer comentarios sobre temas variados, con la expectativa de mi parte de que sean sobre temas de mi competencia, esto es las relaciones humanas, aprovecho de usarlo como una puerta de escape para algo que a mí me parece, la discusión sobre la libertad con ella, a algo mucho más cercano a una discusión sobre la fe entre una creyente y un agnóstico, o dicho más simplemente, como una discusión entre cónyuges, donde normalmente se da la complementariedad, la colaboración y la donación mutua, salvo cuando interviene la libertad, que siendo libre de cada cuál, contumaz nunca, eso sí que no.

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