Sinergia en las Relaciones Humanas

¿Qué es la sinergia? ¿Para qué nos puede servir en la sociedad actual? La sinergia, entendida como la cualidad del todo superior a la suma de sus componentes, al aplicarla a las relaciones humanas podría contribuir a instalar un modelo de colaboración que sustituya el actual paradigma de competencia. Este tipo de relaciones es posible de instalar en las relaciones de pareja, entre padres e hijos, en la familia extensa, entre amigos, la comunidad, en el ámbito laboral, entre jefes y subalternos, compañeros de trabajo, profesores y alumnos. La sinergia de la familia y del entorno inmediato es la vida, la que permite la preservación de la especie y de su entrono social, económico y cultural.

| Roberto Prieto Roberto Prieto

Una vieja historia cuenta que en una sala de clases un profesor de química explicaba a sus alumnos que si se hiciera una separación de una persona de 70 kilos de peso, podrían guardar en diferentes bolsas 43 kilos de oxígeno, 16 de carbono, 7 de hidrógeno, 1,8 de Nitrógeno, 1 de calcio, 700 gramos de fósforo, y así una lista con un detalle largísimo de componentes que terminaba con 20 microgramos de Tungsteno.
Al finalizar su exposición el profesor concluyó irónicamente: "A esto se reduce el hombre".

Uno de sus alumnos se puso de pie y lo aplaudió mientras le decía:"es impresionante la cantidad de elementos que componen al hombre y muy didáctica su explicación". Agregó luego: "Profesor, si yo traigo todos esos elementos, ¿podría usted hacer un hombre?".

Esta breve historia me habla de sinergia, entendida en términos sencillos como la cualidad del todo superior a la suma de sus componentes, y al aplicarlo a las relaciones humanas podría contribuir a instalar un modelo de colaboración que sustituya el actual paradigma de competencia.

En el libro "Cómo Ganarse a la Gente: descubra principios que funcionan cada vez", se incluye la propuesta "todos ganamos" de Stephen R. Covey. En ella dice que en la mente y en el corazón procuramos constantemente el beneficio mutuo en todas las interacciones humanas y que se basa en el paradigma de que hay recursos más que suficientes para todos y que el éxito de una persona no excluye el éxito de los demás.

Es fácilmente observable que en las relaciones humanas hay algunas personas que nos atraen, personas con quienes queremos compartir y pasar tiempo juntos, otras que nos resultan indiferentes y otras que definitivamente no buscaríamos para interrelacionarnos. Una explicación razonable que da respuesta a estas diferencias está precisamente en la sinergia: sabemos, a veces sin explicaciones concretas, que en algunas relaciones todos ganamos y que el aporte logrado, capitalizado por cada parte es conducente al bienestar de cada cual, y eso resulta gratificante.

Adhiero al autor de la propuesta cuando manifiesta su creencia de que en toda relación está implícito el potencial de generar ganancias a las partes involucradas, aunque no todas ellas logran entregar ese fruto, quizás porque falta un componente fundamental: desarrollar la mutua confianza.

Me atrae la idea de que este tipo de relaciones es posible instalarlas en las relaciones de pareja, entre padres e hijos, en la familia extensa, entre amigos, la comunidad, en el ámbito laboral, entre jefes y subalternos, compañeros de trabajo, profesores y alumnos, etc.

Soy partidario y un convencido de la eficacia de la reciprocidad, y eso en las relaciones implica en la mayoría de los casos intercambiar algo, pero no necesariamente en condición de igualdad, que sea lo mismo. Habrá oportunidades en que haya coincidencias y aún así pueden ser diferentes en intensidad. Quizás las partes involucradas intercambian "lealtad" y ambos en la máxima expresión que cada cual es capaz, y aún así no ser equivalentes en "su cantidad"; otro puede ofrecer como satisfactor de cambio la seguridad que es capaz de proporcionar, otro su alegría y optimismo, otros actuarán simplemente por la gratitud o más altruistamente aún, sólo por la tener la oportunidad de servir. Mientras las partes que se relacionan logren satisfacerse en las áreas que valoran como individuos, desarrollarán sinergia, obtendrán un todo superior a la suma de sus componentes

¿Es posible crear relaciones en las que todos salgamos ganando, relaciones con sinergia? John C. Maxwell dice que sí, y propone algunos principios en su libro posibles de aplicar desde la Programación Neuro Lingüística (PNL).

Yo también creo que es así y contribuyo recordando un par de ideas que son inherentes al ser humano y por lo tanto no requieren de estudios o técnicas puntuales para aplicarlas, tan sólo de un poco de voluntad; estas ideas son:

Al hacernos cargo de nuestras decisiones (el hombre es en esencia un ser libre), no pondremos la responsabilidad de nuestros actos en terceros (locus externo);

Al compartir nuestras capacidades con otros (los seres humanos somos seres que nos necesitamos mutuamente para vivir), tendremos espacio para acoger y atesorar las que los demás nos compartan.

Al hacer uso del derecho a expresar nuestra opinión (la comunicación es lo que nos permite relacionarnos), podremos aceptar lo que los otros hagan, y si su opinión es diferente, entendemos que esa diferencia no lo convierte en un enemigo.

Así podemos ayudarnos a nosotros mismos y satisfacernos, lo que nos dispondrá gratuitamente a estar con mejor disposición para ayudar y satisfacer a los demás.

La sinergia de la familia y del entorno inmediato es la vida, la que permite la preservación de la especie y de su entrono social, económico y cultural.

Quiero imaginar una sociedad interrelacionándose con sinergia, colaboradora entre sus miembros.

Es algo que para mí vale la pena, porque mi sueño es ofrecerla a nuestras generaciones futuras como legado, como herencia.

Es altamente posible que ni nuestros hijos y nietos la podrán vivir a plenitud, pero también estoy convencido que si cada uno de nosotros no hace su aporte ahora, hoy, involucrándose con toda su capacidad, y por el contrario, indolentemente endosa la responsabilidad del cambio a las futuras generaciones, este anhelo mío y de muchos continuará siendo una utopía.

A propósito del concepto "involucrarse", para que se entienda sin lugar a dudas y no se confunda con un simple participar, termino estas líneas recordando otro breve, antiguo y conocido cuento que lo explica.

"Un granjero quiso un día cualquiera comer en su desayuno huevos con tocino. La gallina de la granja participó entregando los huevos que había puesto en esa madrugada; el chancho... tuvo que involucrarse".

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